Hoy falleció nuestra amiga, compañera y alumna, Paulina. Durante los últimos años, tuvo que enfrentarse a un enemigo poco común para su edad: un cancer. Con toda su energía, emprendió la lucha, con la esperanza de poder derrotarlo. Desgraciadamente, unos meses antes, le dieron la mala noticia de que ya era inmune a todos los tratamientos. Pero tampoco se resignó, ya que, según me comentó en estas conversaciones que acostumbrábamos tener, quería enfrentar la muerte cara a cara, con su mejor arma: su inmensa ganas de vivir. Finalemnte, la enfermedad fue más fuerte, y se nos fue. Pero nos dejó una gran enseñanza: nunca debemos resignarnos, siempre debemos seguir luchando.
No te fuistes del todo, porque ya pasastes a formar parte de nuestros recuerdos.
Descansa en paz, Paulina, te lo mereces.